Como dato curioso también cabe destacar que su hijo, Jordi Cruyff, sí que pudo jugar con el dorsal 14 durante los años que vistió como culé. Durante el Mundial de Fútbol que se disputó en Alemania Occidental en 1974, el seleccionador de los Países Bajos decidió otorgar los dorsales a los jugadores por orden alfabético y así fue para todos los componentes de la Selección Holandesa excepto para Cruyff que se empeñó en vestir la zamarra con el dorsal 14 y así lo hizo.