De vuelta a casa en el quinto partido, continuó con su monstruoso juego, liderando a los Lakers a la victoria por 120-112, consiguiendo esta vez 43 tantos. Una torcedura de tobillo obligó a Cousy a sentarse en el banquillo, abriéndose una inesperada puerta para los Lakers de ganar el partido. El neerlandés tenía opciones de ir al Fulham, pero no se cerraron los flecos del contrato e irá a Valencia.